Vista Medina
Titulo
Villa histórica, monumental, escultórica y paisajística
Villa de las Ferias

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XXII - RESURGIMIENTO DE MEDINA

218. - Reconocimiento a D. Claudio Moyano.- 219. - La inauguración del ferrocarril, jalón entre dos épocas.- 220. - Estancamiento agrícola.- 221. - Incremento del comercio y de la industria.- 222. - Aportación del Balneario, del Cuartel y de la Estación.- 223. - Estado de la Enseñanza.- 224. - La sanidad y el agua.- 225. - Elocuencia de los números.- 226. - Administración y presupuestos.- 227. - Fases de la política.- 228. - Los semanarios.-

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218. - Reconocimiento a D. Claudio Moyano.-

La decadencia de Medina, iniciada en 1575, vino a consumarse en medio siglo escaso, siguiendo un periodo de postración y abatimiento que con breves intervalos de alivio fugaz, se prolongó por espacio de dos siglos largos. No se habría levantado todavía en grado muy apreciable, si una circunstancia, totalmente ajena, no hubiera venido a cambiar felizmente el fatal estacionamiento en que resignadamente vergeaban los medinenses. La opulencia que alcanzó en los confines de las edades Media y Moderna, la debió Medina, en primer grado, a un egregio protector, el infante D. Fernando (40 R. b.) que la colmó de mercedes y privilegios, después de confirmar otros anteriores recibidos. Respetados también por los Reyes que le sucedieron, gozó de prosperidad y bienandanza hasta que le faltó esa protección y dejó de monopolizar el mercado de Castilla.

El resurgimiento moderno, notorio y positivo, es también obra, no exclusiva pero sí principal, de otro insigne protector, D. Claudio Moyano (1). Este ilustre castellano, que tan brillantemente descolló en la política española del siglo anterior, mostró singular predilección por nuestra villa y se constituyó en paladín de sus intereses, particularmente en un asunto de capital importancia: el trazado del ferrocarril del Norte. Precisamente coincidió el planteamiento de la trayectoria que había de seguir, con el mayor encumbramiento político de D. Claudio -regentaba el Ministerio de Fomento--, y gracias a su influencia, la línea se desvió de la recta cuando fue menester para servir los intereses de Medina, convirtiéndola en nudo ferroviario de primer orden, porque ya previó Moyano que aquí se haría el enlace de la comunicación ferroviaria a Portugal con Francia y de Galicia con Madrid, si bien esta última se aplazó por la suspensión del trayecto Zamora-Orense.

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219. - La inauguración del ferrocarril.-

Es de justicia proclamar que los medinenses conscientes de la transcendencia del problema, habían dirigido a la Reina Dª. Isabel II un respetuoso memorial el 27 de julio de 1852 en que ofrecían para la construcción del ferrocarril, caso de pasar por aquí, lo siguiente: Cesión de terrenos propios y comunes de la villa; indemnización a particulares, excepto edificios; y cuantas maderas útiles hubiera en sus pinares (2). Medina estaba pues, anhelosa de su resurgimiento y secundó las instrucciones de su mentor D. Claudio que, llegada la oportunidad, preparó los ánimos para que la inauguración de las obras revistiera la mayor solemnidad. Tuvo lugar este hecho, jalón entre dos épocas, el día 15 de abril de 1857. Organizándose al efecto una procesión cívica que, saliendo de las Casas Consistoriales, se dirigió al sitio donde estuvo emplazado el Monasterio de San Bartolomé (paso a nivel), donde había de efectuarse la inauguración. Hubo bendición de las obras, lectura y cartas de D. Claudio Moyano y de Mr. Ducleir, ingeniero director, arenga del gobernador civil, D. Francisco del Busto, de quien fueron estas atinadas palabras: "Las generaciones venideras fijarán su vista a través de los tiempos sobre este fausto suceso". Presentes estuvieron, entre otras personalidades, el ingeniero francés, Mr. Lesguillieur, los diputados a Cortes por Mota del Marqués y Medina, D. Pedro Moyano y Conde de Padilla, respectivamente. Éste tuvo la generosa iniciativa de repartir previamente 600 panes, 600 libras de carne y 600 cuartillos de vino, con lo que el júbilo y el entusiasmo popular realzaron el acontecimiento que abrió amplio crédito a la esperanza en un porvenir más halagüeño. Vuelta la manifestación, se ofició solemne Te Deum en la Colegiata y se depositaron en el Ayuntamiento las herramientas (pala y azadón) que utilizaron las autoridades para remover simbólicamente la tierra e inaugurar las obras.

Trece días después pagaba el Ayuntamiento la reconocida deuda de gratitud, acordando gravar con letras doradas en lápida de mármol esta inscripción "La muy Noble y muy Leal villa de Medina del Campo al Excmo. Sr. D. Claudio Moyano Samaniego, ministro de Fomento, 15 de abril de 1857", y dedicarle el acta de inauguración escrita lujosamente (3). El 6 de diciembre de 1902 cuando se inauguró la nueva estación, se completó el homenaje debido al ilustre protector, dedicándolela calle llamada hasta entonces Herrería, y antiquísimamente, de la Feria.

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220. - Estancamiento agrícola.-

Convertida Medina en centro importante de comunicaciones, aún cruzada de brazos, se habría incrementado. Cruzada de brazos vio mermarse, hasta casi desaparecer a fin de siglo, su principal riqueza, la viticultura, sin que desvirtúen esta afirmación los efectuados conatos de repoblación de la vid, con ser plausible, por haberles faltado continuidad y perseverancia. Por otra parte no ha sido compensada en la cuantía conveniente tan lamentable desaparición con otros cultivos de mayor rendimiento que los clásicos o un cultivo más intenso de éstos por ser su producción deficiente como vamos a ver. En 1855, nuestros concejales gestionaron con el mayor afán -ya lo hemos dicho-- que la trayectoria del ferrocarril pasara por la villa, y elevaron al Gobierno una razonada exposición con el cálculo aproximado de los productos de este término y de los pueblos limítrofes, para hacer patente la futura aportación de Medina a la vida del ferrocarril. No se quedaron cortos, naturalmente, y supusieron que el trigo cosechado anualmente en ésta alcanzaba un promedio de 36.000 fanegas, y que el vino llegaba a las 100.000 arrobas. (a Nava del Rey adjudicaron 50.000 y 500.000 respectivamente). Si les hubieran pedido declaración jurada para señalarlas el cupo de venta a precio de tasa, habrían sido seguramente mucho más moderados, como los han sido en el quinquenio 1940-44, conforme a los datos amablemente facilitados en Secretaría. Según éstos, el promedio anual de trigo cosechado ha sido de 20.379 fanegas, equivalente a 8.812 quintales métricos. ¿Cual de los dos cálculos estará más próximo a la verdad? En la duda partamos la diferencia y tendremos 28.200 fanegas o 12.193 Qm., que repartidos entre 1576 Ha., que es el promedio de la superficie sembrada en el mismo quinquenio, da un índice de 7,7, ligeramente superior al de toda España en 1942 que fue 7,6, según el Anuario Estadístico, y calculado sobre las consabidas declaraciones juradas, que si las creyéramos más veraces que las de nuestros convecinos, agravaríamos a éstos temerariamente. Además; las 1576 Ha., a razón de doce fanegas por obrada, que es un promedio muy aceptable para nuestros labradores, solo producen 14.447 Qm., insuficientes para alimentar normalmente a una población de 13.000 almas, que, dándoles la ración de dos quintales anuales --señalada actualmente a los agricultores-- necesitan 26.000 Qm.

Es evidente. Medina no produce ni con mucho el pan que come. De los demás productos de la tierra no hay que hablar. La producción es en todo deficitaria, con tener su término una extensión de 10.499 Ha. El resurgimiento de Medina no es debido, por consiguiente, a su riqueza agrícola que seguramente ha disminuido con la pérdida del viñedo (4).

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221. - Incremento del comercio y de la industria.-

El comercio sí se ha beneficiado de las privilegiadas comunicaciones, constituyendo Medina en centro comercial de extensas comarcas, y, aunque no hemos visto renacer las antiguas ferias, el mercado semanal, particularmente de ganados, ha recobrado positiva importancia, no meramente comarcal sino nacional.

Mayor incremento ha tenido la industria. Por más que no se haya restaurado la tradicional de curtido que tanto cooperó a su pretérita grandeza, han adquirido importante desarrollo otras más peculiares, como la fabricación de harinas, La ausencia de fuerza motriz en tiempos pasados por la pobreza de nuestro río, impidió siempre molturar considerable cantidad de granos. La aparición de la energía eléctrica modificó en nuestro favor la situación, Medina ya no exporta los granos de su Tierra, como hizo en épocas pasadas, para comprar hasta el pan amasado y cocido fuera, sino que exporta harinas y pastas. Asmismo van adquiriendo desarrollo otras industrias, ha las que han consagrado sus patrióticos afanes beneméritos medinenses, procurando el engradecimiento de su pueblo. A la cabeza de ellos es de justicia colocar a D. Eusebio Giraldo Crespo (19 N.b) que en su dilatada vida, colmada de obras fomentadoras de riqueza, logró igualar, sino superar, a las empresas más florecientes de Castilla.

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222. - Aportación del Balneario, del Cuartel y de la Estación.-

Los principales factores de crecimiento de Medina han sido: el Balneario, el Cuartel y la Estación.

El Balneario es ciertamente riqueza positiva de Medina, que ha incrementado su fortuna y que es susceptible de rendir mucha mayor utilidad. Si este verano de riqueza brotara en cualquiera de los valles umbrosos de las provincias vascas, gozaría a este fecha de renombre universal y constituiría, de por sí, importante población. Dios le ha regalado a la estepa medinense y no sabemos o no queremos vencer las dificultades inherentes a una conveniente explotación, en bien de la humanidad doliente y en provecho inmediato de Medina. Los cuatro kilómetros que le separan de nosotros, brindarían al viandante, en otros parajes, paseo deleitoso por entre frondas y regatos. Aquí, en los meses estivales, son inabordables mientras el astro rey se pasea sobre el horizonte. Los encanijados arboluchos que bordean la carretera, huérfanos de todo cuidado, ya hacen bastante milagro con no secarse; ni sirven de albergue a los pájaros que con sus trinos amortigüen el monótono y estridente canto de la chicharra, ni pueden prestarnos el amparo de su sombra benéfica, porque sus pocas hojas se abarquillan para no perder el mínimo de humedad que necesitan, dada la casi total ausencia de vapor acuoso. Por eso el que se aventura a recorrer esa distancia, teme que caminar, cual si atravesara zona desértica, con los ojos entornados, para poder aguantar los deslumbradores rayos solares. Difícil y lento será el remedio que se quiera aplicar a ésta y otras desventajas, sobre todo mientras Castilla no se cure de la crónica arborifolia que viene padeciendo. A pesar de todo, el Balneario, aparte de bienhechora influencia curativa, como verdadero sanatorio de la escrófula, ha sostenido a importante colonia veraniega, que ha dado a Medina prez y pesetas. El número de bañistas se aproximó algún año a tres mil, y como en su mayoría los beneficiarios eran niños, los que en realidad desfilaban por Medina eran muchos más. ¡Lástima que hayamos de usar el pretérito y no el presente!

El Cuartel ha beneficiado en mucho mayor escala a la población, entre otras razones por su carácter permanente que no tiene el Balneario y por la constante atención que merece del Estado para su mejora y engrandecimiento.

La Estación, todavía más que el Cuartel, ha beneficiado a Medina y ha sido principal factor de su resurgimiento. A la cómoda y rápida comunicación de tantos medios de locomoción y transporte, cuyas ventajas no apreciamos debidamente los que las disfrutamos, hay que añadir que son muchas las familias avecinadas en Medina que en la Estación tiene su única razón de existencia.

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223. - Estado de la Enseñanza.-

Por otra parte, La Sociedad General de Empleados y Obreros de los Ferrocarriles de España ha creado, como decimos en otro lugar (8 N.), un centro de enseñanza que además de llenar satisfactoriamente sus altas finalidades, nos han liberado del sonrojo de no poder presentar una sola escuela digna de tal nombre, aunque por otro lado ha puesto en evidencia que no tan hermoso ejemplo ha estimulado la acción oficial en un orden de capital trascendencia. No ha seguido una progresión paralela al desarrollo de la población y a las exigencias de los tiempos.

Durante la primera mitad del siglo anterior, toda la enseñanza oficial, municipal, no estatal, se limitaba, referente a primera enseñanza, a una escuela de niños y otra de niñas; aquella con pasantía. En 1847 la escuela de maestros se convierte en dos unitarias con pasante. En 1882 quedaron costituidas cuatro escuelas municipales, dos de cada sexo, que en 1898 obtiene sus respectivas auxiliarías (5). Así permaneció el Magisterio público hasta que en 1924, pasada ya al enseñanza al Estado, éste desdobla las cuatro escuelas en ocho unitarias y crea la Graduada con solo tres grados, la de párvulos y otras tres unitarias, que no puedeen llenar las exigencias pedagógicas de la población, siempre creciente; mucho menos estando albergadas en locales inprovisados, inadecuados e impresentables. Es verdad; Medina no puede sentir la satisfacción de haber hecho sacrificio alguno en pro de la educación de su infancia. ¿Habrá algo más grande?

Respecto de segunda enseñanza hubo durante el siglo pasado una cátedra de latinidad, subvencionada por el Municipio, a cargo de un dómine. La Casa de Pupilaje con internado que sustituyó al Colegio de Jesuítas fue de escasa duración y de menguado provecho (21 N.f). En 1878 fue creado el primer colegio de segunda enseñanza, también subvencionado por el Ayuntamiento, y desapareció la cátedra de Latinidad. Este colegio ha subsistido, con algunas intermitencias, siempre con vida efímera, hasta nuestros días. Medina no puede levantar decorosamente su frente mientras no tenga más y mejores centros de enseñanza.

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224. - La sanidad y el agua.-

En el aspecto sanitario ha pasado Medina por las siguientes fases. A los médicos titulares que existieron en los siglos anteriores, sucedieron en el XIX dos cirujanos, latino uno, romancista otro, que no podía ejercer la medicina interna, ganando 500 y 350 ducados respectivamente, que en 1838 ascendieron a 700 y 400, de los cuales pagaba 200 el hospital de Barrientos y 100 el de Simón Ruiz, por lo que sus patrones tomaban parte en el nombramiento de los mismos, imponiéndoles la obligación de prestar asistencia gratuita (mínimo de dos visitas diarias) a los pobres --considerados como tales la mitad de los vecinos--, y tasando la asistencia a los demás de esta forma: "Un real por la visita ordinaria y tres reales por la extraordinaria, llamada así la que pase de dos al día". Los facultativos que sucedieron a los mencionados cirujanos tuvieron posteriormente la ayuda de dos practicantes. En 1925 fue creada una tercera plaza de médico titular, y poco después la de médico tocólogo y comadrona. En 1928 se constituyó por el Estado el instituto Antipalúdico, que fue transformado en 1934 en centro Secundario de Higiene Rural, decorosamente instalado en el Hospital de la Purísima Concepción, prestando de día en día mayores servicios a la santa causa de la salud pública.

A ella pertenecen tres hechos que han influido eficazmente en el aumento de población: los pozos artesanos, la canalización del Zapardiel y el alcantarillado.

Siendo el agua el factor más importante de nuestra alimentación, puesto que, a más de verdadero alimento, es el medio indispensable para el aprovechamiento fisiológico de todos los demás, su potabilidad es siempre de capital interés para la sanidad pública. "Medina del Campo (escribió Senador Gómez en Castilla en Escombros, pág. 128), ciudad de seis mil habitantes, nunca ha tenido agua limpiahasta que por casualidad se acertó hace pocos años con un pozo artesiano. Fue en sus tiempos la primera ciudad de Castilla, y hoy es poco más de una aldea. En su lamentable decadencia median acusas históricas, pero la principal y decisiva es haber bebido aguas infectas que la han envenenado".No cabe duda que algún fundamento asistía al pensador castellano para expresarse tan categóricamente, y que el alumbramiento de aguas artesianas, en los primeros años de este siglo, ha sido altamente beneficioso.

Otro hecho transcendentes es la canalización del Zapardiel, iniciada hacia 1920. En los números 160 y siguientes quedan consignadas las graves preocupaciones y quebrantos que dio a los medinenses el Zapardiel en todos los siglos, constituyendo siempre una punzante pesadilla. Pues lo que fue anhelo general de muchas generaciones de medinenses lo ha visto por fortuna realizado la nuestra, aunque de manera harto rudimentaria e incompleta, pues ni se extiende a todo el término, ni ha sido después cuidada por la diligencia que es menester, ni se ha tratado de consolidar los taludes plantando árboles que embellecerían el paisaje sediento y arisco y constituirán, de propina, considerable riqueza. Algunos lozanos ejemplares que se han salvado de la incuria o del abandono están pregonando la razón sin que se les atienda (6).

El tercer hecho del mismo orden, todavía más trascendente, es el alcantarillado y traídas de aguas del Adaja, obra realizada en el periodo 1924-1929, que ha sido el de más positivo progreso que ha conocido Medina, cuando también se desecó el charco de las Palomas y se inició el encauzamiento de la Adajuela, obra preliminar para el saneamiento de la laguna de las Claras, que por desgracia quedó interrumpida, como la ultimación del alcantarillado por las calles excéntricas.

Cierto que resta muchísimo por hacer en el orden sanitario. Ahora bien, lo hecho hasta aquí, ¿ha servido para algo, o es unode tantos gastos que se hacen a tontas y locas, sin verdadera finalidad práctica? Los tados estadísticos que verá el lector en el apéndice le darán la adecuada respuesta.

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225. - Elocuencia de los números.-

El movimiento demográfico de una población encierra enseñanzas que merecen ser conocidas y meditadas, como los negociantes conocen y meditan con atenta reflexión sus periódicos balances para apreciar el rumbo que conviene imprimir a sus operaciones. Analicemos someramente los tados del referido apéndice.

Hasta bien entrado el siglo XIX no podemos deducir consecuencias concluyentes de los registros parroquiales porque, en general, no inscribieron las defunciones de los parvulines por los que no hacían exequias y no expresaron la edad de los demás. En el quinquenio de 1821-25 se registraron en la parroquia de Santa María del Castillo un total de 121 defunciones, 82 de las cuales eran de párvulos, sin contar (repetimos) los de pocas horas o días. Desde 1845 ya expresan la edad del difunto y aunque siguen sin registrar la muerte de los muy párvulos, ya podemos formarnos idea de la tragedia. La mitad o más de los nacidos no llegaban a los once años y menos del siete por ciento pasaban de los setenta. Desde 1871 en que comenzó el Registro Civil, los cálculos ya son exactos porque en él se anotan sin excepción todas las defunciones; y vemos que continúan muriendo antes de los once años más del cincuenta por ciento hasta el año 1930; pero después baja hasta el 26,5 por ciento en el quinquenio 1941-45; y el número de septuagenarios va sensiblemente subiendo desde el 6,1 hasta el 28,6 por ciento en el último quinquenio.

Comparando las defunciones con los nacimientos, que aquéllas llegaron al 83 por ciento de éstos en el decenio 1871-80. Después el porcentaje baja sin cesar hasta llegar al 52,2 en el quinquenio que terminó el 1945; con dos coincidencias muy dignas de consideración: en el decenio 1901-1910 se alumbraron las aguas artesianas y el índice de mortalidad bajó de 79,8 a 66,8; en el decenio 1921-30 se hizo el alcantarillado y traída de aguas del Adaja, y bajó nuevamente de 67,3 a 58. Hasta la evidencia queda demostrada la benéfica influencia del agua en la salubridad pública, y lo punible que es desatender los servicios higiénicos de que depende la vida y la salud de un pueblo. Ya no hay razón para lamentarse, como lo hacía el procurador del Común en la sesión de 22 de junio con estas palabras: "Observándose de algunos años a esta parte los males que afligen a este vecindario, aún a los más jóvenes, penando largo tiempo con calenturas, que al paso que los destruyen la salud, aminoran sus fortunas... debido al estancamiento de las aguas del Zapardiel...". Más no deben dormirse en las pajas las autoridades creyendo que no hay que hacer más. Conservar lo hecho requiere cuidados y atenciones, y el bienestar general demanda, cuando menos, acabar y perfeccionar lo que solo está iniciado.

El optimismo que hacen concebir las cifras precedentes queda en cambio nublado con esta observación: La natalidad se mantuvo en todo el siglo anterior al rededor de 50 nacimientos por mil habitantes. El descenso ha sido rápido y pronunciado porque en 1940 el índice de natalidad es solo de 22,4. V Apéndice VII.

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226. - Administración y presupuestos.-

El resurgimiento económico de la villa se refleja claramente en la progresión ascendente de los presupuestos municipales, y en el alivio de aquellos agobios porque pasaron en la etapa anterior. Cuando ya se percató el Ayuntamiento de que no había que contar con el socorrido ingreso de las rentas de sernas, por considerarlas fenecidas, hubo de estudiar nuevos arbitrios que, juntamente con una más austera administración, fueron conjurandolas agudas crisis que con tanta frecuencia amargaron la existencia de funcionarios y acreedores del Municipio. La paz disfrutada en la segunda mitad del siglo, aquí no perturbada por la segunda guerra civil, ayudó al mejoramiento. La parsimonia en los gastos fue, además, meticulosa, particularmente en el último decenio del siglo, llegándose a saldar el presupuesto del año 1897 con un superávit de 100.249 pesetas sin haberse registrado las constantes reclamaciones que fueron clásicas en tiempos anteriores.

Los pagos efectuados en 1860 ascendieron a la suma de 199.810 reales. En 1885 subieron a 96. 528 pesetas; en 1900 a 112.076 y en 1927 a 298.169. La recaudación de este mismo año, según certificación de la Intervención que se hizo pública, fue de 365.187 pesetas, quedando en Caja 67.018; superando los créditos de los débitos en 75.496 y aumentando el patrimonio municipalen 39.628 pesetas.

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227. - Fases de la política.-

Dos palabras no más sobre las frases de la política. Medina del Campo, como no podía menos, se limitó en la pasada centuria y en lo que llevamos de este siglo, a seguir la trayectoria marcada por el resto de Castilla y, en general, por España entera. Prescindiendo de los que por un lado sostenían el ideal tradicionalista y por el opuesto al antimonárquico y revolucionario, la mayoría, por convicción o por acomodamiento, se adaptaron a la política imperante. Esta fue, en el reinado de Isabel II, la dictada por los partidos moderado y progresista. En la localidad prevaleció de ordinario aquél, y fue su representante más asiduo y caracterizado en Cortes el conde de Patilla.

Pasado el periodo caótico que siguió en la revolución de 1868 que destronó a Isabel II, obtuvo la diputación a Cortes D. Germán Gamazo (7), afiliado al partido liberal fusionista, que monopolizó los destinos politicos del partido y aún de la provincia hasta su muerte, ocurrida en 1901. En este tiempo obtuvieron la representación senatorial los medinenses D. Francisco López Flores y D. Eusebio Giraldo Crespo, quien también representó en el Congreso a la Cámara Agraria.

A la muerte de Gamazo fueron elegidos diputados a Cortes D. Germán Valentín Gamazo, D. Paulino de la Mora y el conde de Gamazo, adscritos al partido liberal conservador, excepto en las elecciones de 1905, en las cuales mereció la investidura de nuestra representación parlamentaria el medinense D. Radael Giraldo Fernández. Ni qué decir tiene que la tónica del diputado a Cortes resonaba en la mayoría de los diputados provinciales y de los concejales (8).

Grande es la complacencia de poder consignar que en todo este tiempo las luchas políticas, si fueron pródigas en denuestos e improperios, no pasaron, por fortuna, en la violencia, no alcanzándonos salpicadura alguna de la guerra de 1873...

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228. - Los semanarios.-

De los denuestros e improperios se encargaron los semanarios que en ocasiones salieron a la palestra, más para despertar pasioncillas y estimular rencores, que para defender dignamente los respectivos ideales a divulgar enseñanzas o conocimientos útiles. Mientras alguno de esos semanarios se mantenía en la condición privilegiada de unigénito, no traspasaba con exceso vituperable las normas de la corrección, pero desde el momento que le nacía un colega, después del obligadosaludo y bienvenida, a los pocos números ya andaban a la greña, y cada cual, desde su empalizada, disparaba, con el ingenio de que disponía insultos y frases más y más detonantes.

En el siglo pasado aparecieron: El Sarabriense en 1865; La Voz de Castilla en 1884; El Medinense en 1887 y El Castellano en 1890. De entre ellos fue el medinense, sin duda, el de vida más larga y de labor más meritoria. Sobresaliendo entre sus redactores D. Antero Moyano, D. Tomás de Jesús Salcedo y D. Antonio Velázquez, abogados los dos primeros y farmacéutico el último, medinenses del más puro clasicismo los tres aunque de nacimiento no lo fue más que el primero. A éste le debemos la Guía del Viajero en Medina del Campo y profusión de monografías divulgadoras de la historia local. Salcedo prodigó preferentemente artículos de costumbres, con criterio sanísimo y moralizador. Bien dotado de numen poético, le acreditaron sus numerosas composiciones en verso fácil y sonoro. D. Antonio vulgarizó con acento magistral muchos conocimientos científicos, especialmente La Flora Medicinal de Medicina, y con autoridad patriarcal, de todas acatada, vituperó vicios y panegirizó virtudes. Los tres colaboraron a porfía y sin desmayo con el ilustre ingeniero D. Emilio Gante, en la propaganda del proyectado ferrocarril de Medina a Calatayud, que constituyó durante muchos años la cuestión batallona y elsueño más acariciado por todos los medinenses. Nos le frustró Valladolid con su ferrocarril a Ariza.

En el siglo actual vieron la luz pública, además de otros de vida más efímera: El Independiente, El Eco Mercantil, El Herando de Castilla, Cultura Medinense, Sarabria, Medina, La Semana... De todos estos el de vida más larga fue El Heraldo de Castilla, En el haber de La Semana hemos de asentar que impulsó y dirigió la celebración de unos Juegos Florales que tuvieron lugar en 7 de septiembre de 1929.

Cualquiera que fuera el mérito intrínseco de estas publicaciones, hoy tienen gran interés, al menos para los que tienen aficiones a las miradas retrospectivas. En ellos encontraríamos datos curiosos y noticias y escritos reveladores del pensamiento y de la vida de la sociedad medinense. Había derecho a esperar que en el archivo municipal se hallaría una hemeroteca o colección de los que la ley manda depositar, pero... aquello de comisario y claveros del archivo pasó a la historia, y ¡vaya V. a buscar! No he visto más que colecciones incompletas de El Medinense y El Castellano.

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(1) - Nació D. Claudio Moyano en Fuente de la Peña en 1809 y murió en Madrid el 7 de marzo de 1890. Estudió en Salamanca y Valladolid. Fue alcalde de esta ciudad en 1841, catedrático y rector de su Universidad poco después. Diputado en Cortes por esta provincia en 1844 y en 1867, y en sucesivas legislaturas por Zamora. Ministro de Fomento en 1853 y en otras ocasiones, a él se debe la ley de Instrucción Pública que, en su parte esencial, ha estado vigente hasta muy recientemente.

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(2) - El 3 de agosto de 1858 acordó ofrecer a la empresa constructora el 80 por ciento de sus propios desamortizables, lo que no se llevó a efecto. Para el ferrocarril de Zamora, inaugurado en 1861, también ofreció, el 9 de noviembre, tomar veinte acciones de a dos mil reales, vendiendo alefecto los prados del Arenal de Ntra. Srª. de las Salinas.

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(3) - Por acuerdo de 25 de marzo de 1873, se ordenó, en momentos de lamentable alucinación política, sustituir esta inscripción por la de una efeméride muy reciente que, como tantas otras veces, alumbró esperanzas que se tornaron seguidamente en punzantes pesadillas para los mismos alucinados.

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(4) - No siempre son odiosas las comparaciones. A veces son provechosas para librarse de funestos espejismos. Sin prejuicio de ninguna clase he pedido a la respectivas secretarias, por mediación de buenos y serviciales castellanos, referentes al quinquenio 1940-44. He aquí el resultado de los promedios:

 
Producción absoluta
   
Producción relativa
Alaejos
17.779
 
Carrión de los Condes
9,09
por Ha.
Nava del Rey
13.354
 
Alaejos
8,77
"
Carrión de los Condes
11.175
 
Villada
7,75
"
Villada
9.665
 
Frómista
7,55
"
Siete Iglesias
9.262
 
Nava del Rey
6,57
"
Medina del Campo
8.812
 
Medina del Campo
5,76
"
Frómista
7.657
 
Siete Iglesias
4,95
"

Conforme a información publicada por el diario ABC, según datos oficiales y declaraciones juradas, los productos de Jaraiz de la Vera (Cáceres) en el año 1940 fueron los siguientes:

2.000.000
 
Kilogramos de pimentón.
400.000
 
Kilogramos de tabaco.
200.000
 
Kilogramos de higos.
341.000
 
Kilogramos de aceite.

Sólo esta última partida equivale a todos nuestros granos, calculado todo al precio corriente de 1935. Sometida particularmente dicha información a examen de un respetable funcionario de la misma localidad, contestó que las cantidades expresadas por el periódico no eran exageradas.

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(5) - Por la ley de Moyano de 1857 correspondían ya a Medina seis escuelas; luego el retraso en su ejecución es considerable.

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(6) - El día 3 de marzo de 1942 se subastaron en la Confederación Hidrográfica del Duero, 5.071 chopos, situados en la canal de Guma y acequias de el derivadas, siendo la tasación 187.764 pesetas. Los cuatro mil chopos que pudieron plantarse en los seis kilómetros del río canalizado valdrían a estas fechas una cantidas aproximada.

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(7) - D. Germán Gamazo nació en Boecillo el año 1838 y murió en Madrid el 22 de noviembre de 1901. Estudió derecho en Valladolid y en 1863 se trasladó a Madrid, donde alcanzó renombre como orador forense y Jesista competente. Afiliado al partido fusionista, dirigido por Sagasta, fue nombrado ministro de Fomento en 1883, y algunos años después ministro de Ultramar.

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(8) - Los señores que han tenido nuestra representación parlamentaria, desde el año 1846 fueron los siguientes:

1846
D. Joaquín Mª. Belloso
1876
D. Germán Gamazo
1850
D. Joaquín Mª. Belloso
1879
D. Germán Gamazo
1851
D. Mariano Herrero
1881
D. Germán Gamazo
1853
D. Mariano Herrero
1883
D. Francisco López Flores
1854
D. Anastasio Pérez Cantalapiedra, (Provincia)
1884
D. Germán Gamazo
1857
Sr. Conde de Padilla
1886
D. Germán Gamazo
1858
Sr. Conde de Padilla
1891
D. Germán Gamazo
1863
D. Claudio Pimentel
1891
D. EusebioGiraldo
1864
Sr. Conde de Patilla
1893
D. Germán Gamazo
1867
D. Claudio Moyano (Provincia)
1896
D. Germán Gamazo
1871
D. Gaspar Núñez de Arce
1899
D. Germán Gamazo
1872
(abr.) D. Sebastián Fernández Miranda
1903
D. Paulino de la Mora
1872
(ago.) D. Germán Gamazo
1905
D. Rafael Giraldo
1873
D. Pedro Romero
1097
D. Germán valentín
   
1910
Sr. Conde de Gamazo

quien continuó representando al partido en las sucesivas legislaturas monárquicas.

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